lunes, 29 de noviembre de 2021

BITCOIN CITY: TECNOCRACIA, PARAFRENIA Y NO-LUGAR. A LA LUZ DE LA DOCTRINA SOCIAL DEL PAPA FRANCISCO


Por: Juan Vicente Chopin Portillo

Ante el anuncio del presidente de El Salvador de construir en Conchagua, La Unión, un enclave económico denominado «Bitcoin City», se impone el análisis de dicho proyecto a partir de tres categorías: 1. La tecnocracia como paradigma dominante, así como se entiende en el marco de la racionalidad instrumental; 2. El desequilibrio antropológico que supone dar prioridad a la tecno-economía por encima de la persona y del medio ambiente; 3. Finalmente, las nuevas formas de dominación cultural y el contexto antropológico en que se desarrollan: el no-lugar. Todo ello, a la luz de las enseñanzas sociales del Papa Francisco.

1. TECNOCRACIA
En una memorable frase el Papa Francisco describe la tendencia actual en el sistema económico imperante: «El afán de poder y de tener no conoce límites. En este sistema, que tiende a fagocitarlo todo en orden a acrecentar beneficios, cualquier cosa que sea frágil, como el medio ambiente, queda indefensa ante los intereses del mercado divinizado, convertidos en regla absoluta» (Evangelii Gaudium, n. 56).
En modo más concreto define el paradigma que se nos impone: «El problema fundamental es otro más profundo todavía: el modo como la humanidad de hecho ha asumido la tecnología y su desarrollo junto con un paradigma homogéneo y unidimensional» (Laudato Si’, n. 106). El pontífice reconoce, a su pesar, que dicho paradigma es real y se expande sin sobresaltos: «el paradigma tecnocrático se ha vuelto tan dominante que es muy difícil prescindir de sus recursos, y más difícil todavía es utilizarlos sin ser dominados por su lógica» (Laudato Si’, n. 108). Y no se trata de algo que compete a individuos, sino que «tiende a ejercer su dominio sobre la economía y la política» (Laudato Si’, 109).
Ahora bien, contrario a lo que muchos podrían pensar, el Papa no está proponiendo una vuelta a la época de las cavernas, pero se interesa por un análisis y una actitud que favorezca la dignidad de las personas y el medio ambiente. Como lo dice él mismo: «Nadie pretende volver a la época de las cavernas, pero sí es indispensable aminorar la marcha para mirar la realidad de otra manera, recoger los avances positivos y sostenibles, y a la vez recuperar los valores y los grandes fines arrasados por un desenfreno megalómano» (Laudato Si’, n. 114).
La causa principal de esta situación el Papa la atribuye a una «desmesura antropocéntrica» (Lautado Si’, n. 116). Pero explica a qué se refiere, apoyándose en la tesis central de la «racionalidad instrumental», es decir: «El antropocentrismo moderno, paradójicamente, ha terminado colocando la razón técnica sobre la realidad» (Laudato Si’, n. 115).
Entre los efectos mencionados por el Papa, el primero es el rechazo de la ética: «Tras esta actitud se esconde el rechazo de la ética y el rechazo de Dios. La ética suele ser mirada con cierto desprecio burlón. Se considera contraproducente, demasiado humana, porque relativiza el dinero y el poder. Se la siente como una amenaza, pues condena la manipulación y la degradación de la persona. En definitiva, la ética lleva a un Dios que espera una respuesta comprometida que está fuera de las categorías del mercado» (Evangelii Gaudium, n. 57).
El segundo efecto es una crisis ecológica. Esta la ve en relación con la crisis ética: «la degradación ambiental y la degradación humana y ética están íntimamente unidas» (Laudato Si’, n. 56. También el n. 119). En concreto, «cuando la técnica desconoce los grandes principios éticos, termina considerando legítima cualquier práctica» (Laudato Si’, n. 136). Es una «ética social», puesto que «la ecología humana es inseparable de la noción de bien común» (Laudato Si’, n. 156).
El tercer efecto son las nuevas formas de colonización cultural. Así, «un modo eficaz de licuar la conciencia histórica, el pensamiento crítico, la lucha por la justicia y los caminos de integración es vaciar de sentido o manipular las grandes palabras. ¿Qué significan hoy algunas expresiones como democracia, libertad, justicia, unidad? Han sido manoseadas y desfiguradas para utilizarlas como instrumento de dominación, como títulos vacíos de contenido que pueden servir para justificar cualquier acción» (Fratelli Tutti, n. 14).
Acertadamente, el Papa describe la estrategia seguida por los gobiernos de turno en este nuevo escenario político: «La mejor manera de dominar y de avanzar sin límites es sembrar la desesperanza y suscitar la desconfianza constante, aun disfrazada detrás de la defensa de algunos valores. Hoy en muchos países se utiliza el mecanismo político de exasperar, exacerbar y polarizar. Por diversos caminos se niega a otros el derecho a existir y a opinar, y para ello se acude a la estrategia de ridiculizarlos, sospechar de ellos, cercarlos. No se recoge su parte de verdad, sus valores, y de este modo la sociedad se empobrece y se reduce a la prepotencia del más fuerte. La política ya no es así una discusión sana sobre proyectos a largo plazo para el desarrollo de todos y el bien común, sino sólo recetas inmediatistas de marketing que encuentran en la destrucción del otro el recurso más eficaz. En este juego mezquino de las descalificaciones, el debate es manipulado hacia el estado permanente de cuestionamiento y confrontación» (Fratelli Tutti, n. 15).

2. PARAFRENIA
Si en las causas de lo que estamos viviendo hay un desajuste antropológico, entonces estamos de frente a una patología, a un desequilibrio psíquico que se proyecta en el plano social. En este sentido el Papa dice: «esta situación nos lleva a una constante esquizofrenia, que va de la exaltación tecnocrática que no reconoce a los demás seres un valor propio, hasta la reacción de negar todo valor peculiar al ser humano. Pero no se puede prescindir de la humanidad» (Laudato Si’, n. 118). Se trata de «un desenfreno megalómano» (Laudato Si’, n. 114) y una «ansiedad enfermiza que nos vuelve superficiales, agresivos y consumistas desenfrenados» (Laudato Si’, n. 226). Y en su forma más radical se expresa en «una necesidad enfermiza de destruir al otro que desata una carrera de venganza» (Fratelli Tutti, n. 242).
Este cuadro patológico concuerda con la caracterización del tipo parafrénico. En las teorías psicoanalíticas es descrito como «la manía de grandezas y la falta de todo interés por el mundo exterior» (S. Freud, Introducción al narcisismo, 1914), aunque en el discurso lo segundo parezca que no es así. En el fondo, afirma Freud, es una expresión del narcisismo, y lo explica: «La lívido sustraída al mundo exterior ha sido aportada al yo, surgiendo así un estado al que podemos dar el nombre de narcisismo» (Ibídem). La caracterización es la siguiente: «manía de grandezas, una hiperestimación del poder de sus deseos y sus actos psíquicos, la omnipotencia de las ideas, una fe en la fuerza mágica de las palabras y una técnica contra el mundo exterior, la “magia”, que se nos muestra como una aplicación consecuente de tales premisas megalómanas» (Ibídem).
En este sentido, nos dice el Papa hay que «evitar una concepción mágica del mercado, que tiende a pensar que los problemas se resuelven sólo con el crecimiento de los beneficios de las empresas o de los individuos» (Laudato Si’, n. 190). Se impone, pues, la necesidad de desmontar el paradigma consumista, en tanto «el consumismo obsesivo es el reflejo subjetivo del paradigma tecnoeconómico» (Laudato Si’, 203). Además, «tal paradigma hace creer a todos que son libres mientras tengan una supuesta libertad para consumir, cuando quienes en realidad poseen la libertad son los que integran la minoría que detenta el poder económico y financiero» (Ibídem).

3. NO-LUGAR
Bitcoin City es, antropológicamente hablando, un ejemplo de lo que Marc Augé denomina como «no lugar», es decir, un enclave donde no se cumple exactamente la definición de lugar antropológico. Por definición, un enclave es un territorio o grupo humano que se encuentra inserto dentro de otro con características diferentes, especialmente de tipo político, administrativo, religioso, étnico o geográfico.
Algunas características básicas del no-lugar son las siguientes. El no-lugar se apoya en la proyección mental del ciudadano, que sueña con que la sociedad toda ella sea segura y próspera. Los no-lugares no buscan que las personas se encuentren entre ellas, como puede suceder actualmente entre los habitantes de los cantones y caseríos de Conchagua, de modo que nadie puede quedarse permanentemente en el no-lugar. Finalmente, si un lugar se define a partir de lo identitario, lo relacional y lo histórico, entonces, un espacio que no puede definirse como identitario, relacional e histórico, es lo que llamamos un no-lugar. El no-lugar enfrenta necesariamente los intereses de los habitantes de una localidad con los intereses de las grandes empresas globalizadas.
Económicamente hablando, Bitcoin City es una «Zona Económica Especial», es decir, una región geográfica dentro de un territorio de un país, que posee leyes económicas y de otro tipo que se orientan en mayor medida a una economía de libre mercado que las leyes típicas vigentes en ese país. Las leyes de alcance nacional pueden ser suspendidas dentro de una zona económica especial. Por lo general la finalidad de este tipo de estructuras es incrementar la inversión extranjera directa en el país por parte de inversores extranjeros y con ello impulsar el comercio exterior, el desarrollo industrial, la competitividad de la economía y la creación de empleo en el país.
Cuando fue anunciada la creación de Bitcoin City, bajo un amplio despliegue de luces y en un ambiente festivo, era difícil hacerse idea exacta de lo que eso significaba. Pero, como afirma Freud, siguiendo a Gustave Le Bon, «la noción de lo imposible no existe para el individuo que forma parte de una multitud. Los sentimientos de la multitud son siempre simples y exaltados. De este modo, no conoce dudas ni certidumbres» (Freud, Psicología de las masas, 1921).
En términos prácticos sería interesante consultar a los habitantes de la zona de Conchagua si están al tanto del alcance que tiene el anuncio de fundar y crear Bitcoin City en su territorio. Si están de acuerdo con dicho proyecto y comprenden el proceso de bitcoinización en curso, en detrimento de la dolarización. Si es más estable el dólar que el bitcoin para hacer negocios. En modo más específico, si los habitantes del lugar en que se construya dicha «ciudad» conocen a fondo la nueva «Ley de dominio eminente de inmuebles para obras municipales e institucionales» y cuáles serían las consecuencias de su aplicación a la hora de crear la Zona Económica Especial anunciada.
Por otra parte, al consultar a los especialistas en geotermia, tal parece que en Conchagua no existen aún pozos para la extracción de energía geotérmica, y que el proceso de creación puede durar un promedio entre seis y diez años, dando por supuesto que exista el financiamiento. Lo cual permitiría suponer que Bitcoin City no se construirá en un breve plazo y que el gobierno va a requerir más tiempo en el poder para hacerlo.
Como concluye el doctor Carlos Iván Orellana, director del Doctorado y Maestría en Ciencias Sociales, UCA-UDB, «en la jerga de las criptomonedas se les llama ballenas a los inversores adinerados y plancton a los usuarios comunes. Estamos ante la añeja figura del pez grande que se come al chico, ahora bajo una metáfora depredadora renovada en la que un animal con fauces aún más amplias puede devorar a muchos más organismos microscópicos. De las ganancias de las ballenas y de la parte alta de la cadena alimenticia social, rara vez nos enteramos». Como nos advierte el Papa: «En toda discusión acerca de un emprendimiento, una serie de preguntas deberían plantearse en orden a discernir si aportará a un verdadero desarrollo integral: ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿De qué manera? ¿Para quién? ¿Cuáles son los riesgos? ¿A qué costo? ¿Quién paga los costos y cómo lo hará?» (Laudato Si’, n. 185).
Los bitcoiner interesados en invertir en Bitcoin City ya se hicieron sentir en la voz del presidente de El Salvador, pero es importante escuchar también a los habitantes de Conchagua, en La Unión, y a los salvadoreños en general, para saber qué piensan al respecto, puesto que «la política no debe someterse a la economía y ésta no debe someterse a los dictámenes y al paradigma eficientista de la tecnocracia» (Laudato Si’, n. 189).

REFERENCIAS:
AUGÉ MARC, Los «no lugares». Espacios del anonimato. Una antropología de la sobremodernidad, Gedisa, 2000.
FRANCISCO, Exhortación Apostólica Evagenlii Gaudium (24 de noviembre de 2013).
______, Encíclica Laudato Si’ (24 de mayo de 2015).
______, Encíclica Fratelli Tutti (3 de octubre de 2020).
FREUD SIGMUND, «Introducción al narcisismo», FREUD S., Obras Completas, Vol I, Biblioteca Nueva, Madrid 1948, 1075-1088.
FREUD SIGMUND, «Psicología de las masas», FREUD S., Obras Completas, Vol I, Biblioteca Nueva, Madrid 1948, 1119-1157.

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