viernes, 2 de diciembre de 2022

Conversaciones con el Cardenal Gregorio Rosa Chávez, candidato al «Premio Nobel de fidelidad» (RESEÑA)

 

Por: Juan V. Chopin.


BERAMENDI Ariel, Conversaciones con el Cardenal Gregorio Rosa Chávez, candidato al «Premio Nobel de fidelidad», San Salvador (Sin Editorial. Impreso en Imprenta y Offset Ricaldone, Santa Tecla, La Libertad), 2022.
ISBN: 978-99961-2-674-1.
226 Páginas.
Ariel BERAMENDI (Cochabamba, Bolivia) es sacerdote diocesano y comunicador. Ha llevado adelante proyectos de comunicación institucional, periodismo y pastoral de la comunicación. Después de trabajar en Bolivia, realizó algunos proyectos en el Pontificio Consejo para las Comunicaciones: la «mesa común de la Jornada Mundial de las Comunicaciones», el directorio global de medios de comunicación InterMirifica.net, formación a distancia y "branding" en redes sociales. Encargado de comunicación en la Secretaría General del Sínodo de los Obispos (Vaticano) para los Sínodos de los jóvenes y para la Amazonía. Publicaciones: Coloquios con el Cardenal Julio Terrazas, Kipus, Bolivia 2011; Apuntes para una pastoral de la comunicación hoy, PPC, Colombia 2016; Tito Solari. La fuerza de la humildad, Kipus, Bolivia 2016; El amor bajo las piedras, Kipus, Bolivia 2018 (novela).
Gregorio ROSA CHÁVEZ nació en Sociedad, Morazán, El Salvador, el 3 de septiembre de 1942. Fue ordenado sacerdote el 24 de enero de 1970. Es licenciado en teología por la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica. Licenciado en comunicación social por la misma universidad. Ordenado obispo el 3 de julio de 1982 y se desempeñó como obispo auxiliar de San Salvador de 1982 al 2022. Fue creado cardenal el 28 de junio de 2017 (emérito). Actualmente es párroco de la parroquia San Francisco en San Salvador.
El género literario del texto es la entrevista. La tesis central puede asociarse a su lema episcopal: «Christus Pax Nostra», «Cristo es nuestra paz», por el modo cómo enfoca su ministerio episcopal. La entrevista está a cargo del sacerdote Ariel Beramendi.
El texto consta de un prólogo, la introducción, cinco partes y tres anexos. El prólogo, a cargo del sacerdote Jaime Paredes, pone de manifiesto que la entrevista reporta las memorias del Cardenal Gregorio Rosa Chávez y, a su parecer, «se adentra en la irrupción romeriana» (p. 7).
En la introducción el sacerdote A. Beramendi explica cómo surgió la idea de realizar y plasmar la entrevista que ahora se presenta al pública. En ella reporta, al final, las palabras del Papa Francisco, quien afirma citando al cardenal Quarracino, que el cardenal Rosa Chávez «era candidato al premio Nobel de fidelidad» (p. 12). Tal expresión no queda explicada. Es decir, si efectivamente existe tal premio o se trata solamente de una broma.
La primera parte aborda aspectos biográficos del cardenal Rosa Chávez. Los títulos son: «Cosas de muchacho», «Traslado a la villa de Sociedad», «Vocación y seminario», «Conocer a Óscar Romero».
La segunda parte trata de su vocación sacerdotal y sus estudios especializados: «Ordenación sacerdotal», «Crisis en el seminario», «Lovaina». Resaltamos aquí que el cardenal Rosa Chávez fue ordenado como sacerdote por monseñor Eduardo Álvarez, considerado, como dice el mismo cardenal «obispo de derecha» (p. 155). Se reportan también los sacerdotes que fueron enviados a estudiar junto con él: Óscar Barahona, quien fue el segundo obispo de San Vicente, sucesor de monseñor Aparicio Quintanilla (ambos muertos) y Abel Morán de Santa Ana (vive).
La tercera parte, probablemente la más densa, desarrolla los siguientes aspectos: «Seminario, rectorado y tensión», «El sacerdote Rutilio Grande», «Eduardo Pironio», «Martirio de Monseñor Romero», «El episcopado llega a su vida», «Asesinato de los padres jesuitas de la UCA», «Acuerdos de paz en Chapultepec». Reconoce el cardenal que en su rectorado identifica «un grupo de seminaristas muy politizados y radicalizados» (p. 52). Se dan claves de lectura para comprender a San Romero en el martirio del beato Rutilio Grande y el modo cómo conforma su pensamiento pastoral a partir del pensamiento del cardenal Eduardo Pironio. Lo dice así: «Monseñor Óscar Romero no se entiende sin la figura de cardenal Pironio» (p. 64). Tiene centralidad el martirio de Monseñor Romero y reporta el contenido completo de la homilía del día de su ordenación episcopal, el 17 de febrero de 1982, texto que él considera programático para poder comprender su episcopado (pp. 81-87).
La cuarta parte, también muy densa, desarrolla su transición de obispo a párroco y la posibilidad que tuvo de ser obispo titular de una diócesis. Se trata del proceso canónico de la santidad de Monseñor Romero. Los apartados son los siguientes: «De obispo a párroco», «Candidato arzobispal», «Mons. Romero, la “mala palabra”», «La canonización de Monseñor Romero», «Cronología de Monseñor Romero», «El milagro que abrió las puertas a la canonización del beato Óscar Romero», «Crisis diplomática». Resaltamos en esta parte las diferencias de pensamiento que deja entrever el cardenal con el arzobispo del Opus Dei, monseñor Fernando Sáenz Lacalle y las razones por la que nunca llegó a ser obispo titular de una diócesis: «para el nuncio Manuel Monteiro de Castro [nuncio entre 1990 y 1998] pensaba que yo no debía estar al frente de una diócesis» (p. 116).
La quinta parte se concentra en el proceso de su cardenalato y algunos elementos de actualidad. Los apartados son: «El cardenalato», «Finalmente, ¿quién es usted?», «Abusos en la Iglesia», «Oposición al Papa Francisco». Hay dos preguntas interesantes en esta parte. La primera es «¿para qué fue elegido cardenal» (p. 149). La pregunta se la formula a sí mismo. A su parecer, «mucha gente ha interpretado este nombramiento como una reivindicación de parte del Papa Francisco hacia monseñor Romero» (pp. 146-147). Entonces, el entrevistador formula la segunda pregunta: «¿Quién es usted si por un momento dejamos de mirar a San Óscar Romero?» (p. 155). La segunda pregunta no tiene una respuesta taxativa, pero reconoce: «sigo siendo el mismo desde mis tiempos de seminarista hasta hoy, con distintos escenarios y situaciones, pero no cabe duda que mi encuentro y mi amistad con monseñor Romero me han marcado a fuego» (p. 156).
Finalmente, el texto reporta tres anexos. Se trata de tres discursos: 1. El papel de la Iglesia en la solución de conflictos y la construcción de la paz en Centro América (Maputo, Mozambique, 23 de agosto de 2000); 2. Discurso al recibir el premio Hesse de la paz en Wiesbaden (Alemania, 20 de junio de 1996); 3. ¿Qué nos dice monseñor Óscar Arnulfo Romero al Continente Americano? (Cripta de Catedral, San Salvador, 12 de mayo de 2017). Este último es muy sugerente porque se detiene en dos aspectos. El primero, acerca de si Romero dijo la frase: «Si me matan, resucitaré en el pueblo salvadoreño» y el segundo acerca de su conversión.

Valoración final
El texto se lee bien, tiene un lenguaje accesible, además presenta un formato en letra grande y propone también una serie de imágenes para ilustrar al lector.
Si bien, el género literario es la entrevista, sin embargo, el lector tiene la impresión de que está leyendo las memorias del cardenal Gregorio Rosa Chávez. En el fondo son eso. A lo mejor por ello se siente un poco rígida la batería de preguntas.
Accede el lector a datos de primera mano, proporcionados por uno de los protagonistas de la historia eclesiástica y socio-política de El Salvador.

Citas textuales:
«Al salir a la calle escuché la pólvora festiva en las zonas ricas de la ciudad. Me enteré después que algunos llegaron a decir: “por fin mataron al comunista”» (p. 71).
«Después de su primer año al frente de la arquidiócesis fui a su oficina a felicitarlo por su aniversario y me llevé una gran sorpresa: me informó que debía trasladarse a la parroquia San Francisco, una de las más pobres de la ciudad, como párroco» (p. 104).

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